La seguridad residencial. Es la suma de protección y resistencia contra ataques violentos y de habilidad. También es la certeza de saber que algo a ocurrido, la posibilidad de averiguar inmediatamente lo que está sucediendo y la tranquilidad de que, en caso de producirse una intrusión, puedo activar una acción inmediata.

Seguridad también es poder recuperar información importante como para saber quién o quiénes han generado una acción indebida.

Por lo que para que exista el contexto de seguridad, además de medios humanos y organizativos, deben existir imprescindibles medidas técnicas; Tanto pasivas -físicas-, como activas electrónicas.

Como ya sabemos, las medidas físicas se encargan de la prevención, el retardo y la disuasión. Las medidas electrónicas son las encargadas de la detección, evaluación, comunicación y recuperación de evidencia de la intrusión o del acceso indebido. Debemos de tener en cuenta la importancia de la seguridad que toda persona debe tener en todo su diario vivir, desde su parte privada, social y laboral con el fin de evitar ser víctima del accionar de los delincuentes.  Tomar todas las medidas de seguridad necesarias para impedir que nuestra unidad residencial privada sea vulnerada,  es responsabilidad de todo propietario y de su núcleo familiar "esposo (a), hijos y quienes vivan dentro de esa unidad residencial privada". Existen muchas formas de asegurar los bienes privados dentro de un conjunto o edificio residencial y esa parte depende únicamente de su propietario, la seguridad privada es un complemento a esa seguridad,  pero el ciudadano debe velar por su propia seguridad mediante acciones conjuntas propietario-seguridad privada, ya que no se puede pretender que con el solo hecho de contratar una empresa de seguridad privada,  debemos descuidar nuestra propia seguridad al interior de nuestra casa o apartamento, como con todos nuestros bienes.